Desde que salió el Apple Watch he leído una y otra vez que es el mejor smartwatch del mercado pero que no es imprescindible y que Apple intenta crear una necesidad inexistente para dicho dispositivo (curiosamente parece los smartwatch de otras marcas no tienen este problema a pesar de ser dispositivos teóricamente inferiores) . La primera mitad de la frase es cierta, y yo mismo sé la digo a la gente cuando me pregunta: «es genial, me encanta y ya no podría vivir sin el, pero no es algo que necesite todo el mundo», pero la segunda mitad es generalmente, bajo mi criterio (que me puedo equivocar) una opinión (respetable, eso sí) de gente que no entiende realmente el potencial de lo que tenemos entre manos.
Para correr perímetro hay que saber andar, y para ello primero gatear; y gatear es precisamente lo que hicieron los amigos de Pebble con su primer modelo, un cacharro que queda obsoleto ante un Apple Watch o un Samsung Gear 2, pero que supuso el primer paso importante en la dirección correcta.
Después toca andar, lentamente además, que es donde estamos ahora a pesar de que muchos digan que es tontería ya que para qué queremos andar que es muy cansado, si ya tenemos coches, pero esto no deja de ser un paso imprescindible para alcanzar a Usain Bolt.
Y es que esta semana estoy de vacaciones y he podido vivir de primera mano seguramente el mejor ejemplo de las bondades y limitaciones que tienen estos cacharros. De las bondades no voy a hablar (ya he dicho muchas en post anteriores y podcast), pero sí de las limitaciones y que me hacen tener una visión bastante clara de por dónde irán los tiros de estos cacharros.
Desde que anunciaron los smartwatch no son pocos que dicen que mientras no les permita dejar el móvil en casa cuando van a correr. Personalmente estoy convencido que es cuestión de tiempo que ocurra algo así,pero ese argumento siempre me ha parecido un poco pobre ya que sacrificamos muchas cosas buenas por no poder liberarte de hacer algo que llevas haciendo años sin ninguna molestia demasiado grande (si, podría ser mejor, pero ir a correr con el móvil se hace a diario y no es el fin del mundo).
El problema real lo encontramos no cuando tenemos que salir a correr y hay que llevar encima el móvil, las llaves de casa , el DNI (por si pasa algo) y alguna moneda para emergencias. Lo anterior es un rollo sí, pero parece que el problema es el móvil y es quizá lo de menos. A fin de cuantas es un poco molesto, pero lo,llevamos en los bolsillos o en un cinturón y rinde la crisis. El problema real, aunque suena a chiste,lo encontramos cuando vamos a la playa, y claro, llevamos el móvil (aunque sea solo para 1 hora no podríamos sobrevivir 2 horas sin saber si hemos recibido un correo o un mensaje importante, y lo sabéis, por no hablar de cualquier posible emergencia que pueda surgir), la cartera (tanto por el DNI como por llevar algo de dinero por si surge tomar algo), las llaves del hotel y las llaves del coche. Y lo que es peor! Lo tenemos que guardar todo en una bolsa y dejarla junto a nuestra toalla cuando nos vamos a bañar, de forma que algún amigo de lo ajeno nos la puede liar bien parda.
Pues eso mismo me pasó ayer, bueno, no me robaron pero si me pase los 10 min que me bañe mirando como un loco la bolsa, sin poder disfrutar del baño, y sin mi reloj en la muñeca ya que al no tener certificado de resistencia al sumergirse en agua no me quiere arriesgar en el mar (en la piscina si me arriesgo). Estar así es literalmente una jodienda y entonces es cuando lo vi claro: nuestro wearable (aquí no tiene por que ser solo smartwatch) es un sinónimo de nosotros, lo vemos ya en el Apple Watch, sabe cuando lo llevamos puesto y cuando no por tanto es perfecto para ser una extension de nosotros mismos. no será en esta generación, ni puede q en la siguiente, pero al final tendremos algo como:
–Llamadas: podremos recibir llamadas mediante sincronización por LTE con nuestro móvil, de forma que podremos llamar y recibir llamadas estemos donde estemos. Actualmente ya ocurre a través de la misma red wifi así que no hay motivo por el que no pueda ocurrir a distancia.
– Cartera: tenemos Apple Pay, Samsung Pay, Android Pay… Básicamente permiten pagar desde nuestro móvil o reloj. Es cierto que aún no está en todos loa países,y q cuando lo este tampoco estará disponible en todos los locales, pero llegará un día no muy lejano donde podremos dejar el dinero en casa de forma medí definitiva.
– DNI: nuestro wearable nos representa, por tanto se puede saber quién eres a través suyo.
– llave de la habitación: ya hay hoteles q funcionan con el Apple Watch , ahora solo falta por un lado que se estandarice la opción, y x otro q se abran a otros wearables
– Llaves del coche: ya hay muchos coches que detectan nuestra presencia con tener la llave en el bolsillo. Es aplicar un príncipe similar a nuestro wearable
– Resistencia al agua: el Samsung Gear s2 es totalmente resistente, muchos wearables lo son, el Apple Watch en algún momento lo será
Conclusión: llegara el día en el que podamos salir de casa solo con nuestro wearable y hacer prácticamente todo, y ese día, los wearables serán imprescindibles, y ocurrirá antes de lo que piensas. Y ojo, no digo Apple Watch, digo dispositivos como smartwatch o pulseras, ya que lo de menos es la pantalla y perfectamente puede servir para tales fines una «simple» pulsera.
Ojo, antes de terminar quisiera aclarar dos cosas, por un lado uso el termino wearable en el sentido de dispositivos que van en nuestra muñeca no «cualquier wearable», y así mismo poder salir de casa «solo con el reloj» no implica que sustituya al móvil ni no sea mejor salir con el móvil ya que como siempre digo, hay que tratar de utilizar siempre el mejor dispositivo para cada ocasión, dicho de otra forma, que si hay que dejar el móvil en casa se deja, pero dejarlo para na, es tontería.