Se que este no el tipo post que escribo, de hecho hace tiempo que no escribia, pero con el tiempo me he dado cuenta de algo curioso:
Muchas personas se cierran a nuevas oportunidades incluso antes de saber de qué se trata.
No lo digo desde fuera, a mí también me pasaba. Automáticamente decía “no” sin escuchar, solo por prejuicio, desconfianza o miedo a lo desconocido. Pero me he dado cuenta de que eso que llamamos “suerte” muchas veces no es más que estar en el lugar adecuado con la mente abierta.
Por fortuna hubo un momento en el que decidí cambiar ese patrón. Donde antes era un «no» de pronto se volvió un «venga, cuéntame», Y desde entonces, han llegado a mi vida oportunidades que jamás habría imaginado: Proyectos, personas, aprendizajes… todo por permitirme simplemente escuchar primero y decidir después.
Evidentemente escuchar no implica que luego sea todo adecuado para mi o para ti, pero solo escuchando se descubren caminos que pueden marcar un antes y un después.
Como me gusta compartir las cosas buenas que llegan a mi vida, desde hace tiempo intento compartir con otras personas proyectos que han llegado a mi y en los que creo realmente. Ya sea por LinkedId, en persona o simplemente dejando mi tarjeta, pero siempre desde el convencimiento que es una gran oportunidad para la otra persona, una oportunidad de hacer algo diferente.
Las oportunidades no dejan de ser puertas, puertas que alguien abre ante nosotros y podémos escuchar y decidir después si la cruzamos o no, o podemos decidir no escuchar… lo que significa cerrar una puerta incluso antes de ver lo que hay al otro lado.
Recuerda esto cuando veas a alguien que le va bien en algo, no pienses «jo, que suerte ha tenido», seguramente simplemente se dio a si mismo la oportunidad de escuchar, y cuando escuchas, la vida te pone delante muchas oportunidades.