La verdad, me parece incluso un poco absurdo escribir un post sobre esto en mi blog, pero bueno dado que lo tengo abandonaste últimamente, pues mira si le doy un poco de vidilla.
Cuando era pequeño pasaba 1 mes enterito (eran otros tiempos, ahora si logras 1 semana en un sitio es un lujo, mas que nada por los precios) en la playa, y lo cierto es que aunque siempre me ha dado cierto apuro el tema de la arena, pues lo pasaba bastante bien, hacia mis castillos de arena, mis murallas para que no llegara el agua, y esas cosas típicas de crios pero que daban para echar la mañana entre baño y baño.
Pues bien, cuando me hice adulto aquello paso a mejor vida y no solo eso, si no que mi gusto por la playa ha ido disminuyendo año tras año, y lo que antes era un poco molesto, ahora es directamente insoportable.
Todos los años vamos unos días a una zona de costa, y casi siempre vamos a la piscina del camping, hotel o donde estemos, pero siempre solemos ir a la playa una mañana o una tarde, aunque solo sea por la niña, para que juegue un rato con la arena y las olas. Pues bien hoy hemos llevado a cabo el ritual con la intención de pasar una hora tranquilamente (sin contar el trayecto hasta la playa, aparcar, etc…), pues bien 10 minutos han sido mas que suficientes para mi: los pies llenos de arena, me meto al agua y me pica todo, me intento limpiar y una mini ola que sube hasta las rodillas me llena aun mas de arena… en fin, un autentico desastre que nos ha llevado casi toda la mañana y que tiene como único final posible la realidad que he negado durante años: no es que no me guste la playa es que odio la playa, arriba la piscina!