Cuando llego a mis manos el Macbook y un solo puerto USB C me impuse a mi mismo que no me compraría ningún adaptador a otros puertos y trataría de usar el ordenador como Apple lo había creado, es decir, pensando en hacer todo de forma inalámbrica. Algo que mas o menos he logrado en estos meses en mayor o menor medida ya que a fin de cuentas en el peor de los casos siempre me quedaba el MacBook Pro para conectarme al monitor Thunderbolt o bien conectar algún pendrive o dispositivo USB.
Sin embargo con la llegada a casa del nuevo MacBook Pro con touchbar la cosa ya no se ha vuelto tan sencilla, y me he visto obligado a pasar por el aro ya que de otra manera no podría usar el monitor externo (el escenario ideal seria comprar un LG Ultrafine 5K, pero no es una opción económica valida) o el micrófono Yeti para grabar podcast (que bastante mal se me escucha ya como para tirar piedras sobre el tejado). Por ello me he hecho con un adaptador USB C a Thunderbolt (que funciona como se espera) y sobre todo, que es de lo que os quiero hablar hoy, un adaptador USB C a USB-A de la marca Satechi.
Lo cierto es que este adaptador esta especialmente pensado para ser usado con los Macbook, de hecho esta disponible en los mismos colores que este (en mi caso como no podía ser de otra manera lo he cogido en gris espacial), sin embargo como es lógico su funcionamiento con el MacBook Pro es perfecto, ademas si lo colocamos en el segundo USB no tapa el primero, de forma que seguimos teniendo 4 USB C para lo que necesitemos, y es que este adaptador cuenta con un puerto USB C, 2 puertos USB A y un lector de tarjetas SD y microSD.
Una vez conectado veremos en la parte superior un pequeño led que nos indica que esta recibiendo corriente. Hay que decir que el adaptador queda perfectamente alineado con el MacBook Pro (o con el Macbook) y el hecho de que sea del mismo color ayuda a que quede estéticamente bastante bien, ahora bien, no deja de ser un añadido que queda de aquella manera, un añadido necesario en muchos casos, pero que es mejor dejar puesto solamente cuando lo vayamos a usar.
Si lo conectamos a un Macbook lo cierto es que queda algo mejor, menos parche, como he dicho antes esta diseñado para este modelo y eso se nota, de todas formas a pesar de ese diseño optimo, y tratando de ser mas papista que el papa, se podrían haber currado un poco mas los bordes superiores para que quedara mas alineado, si bien en este caso probablemente no quedaría quizá bien en el pro.
Una vez nos ponemos a usarlo comprobamos varias cosas: La primera es que la velocidad de transferencia es realmente buena, de esto hablare a continuación, pero sobre todo veremos que el adaptador se calienta con relativa facilidad (incluso aunque no estemos usándolo activamente), y aunque no llega a quemar lo cierto es que es un poco molesto al tratarse de una fuente de calor que queda pegada al teclado y por tanto esta cerca de nuestras manos. Por ultimo y no menos importante al conectar pendrives salta a relucir un fallo importante de diseño, y es que aunque estéticamente quedan muy bien esos dos puertos USB A, en la practica si conectamos un Pendrive veremos que es fisicamente imposible conectar un segundo dispositivo ya que los Pendrives son mas anchos que el USB A y han dejado poca separación entre ambos puertos, algo que fácilmente hubieran podido solventar poniendo un USB A a cada lado de los lectores de tarjetas, que a fin de cuentas en la gran mayoría de casos será meramente testimoniales ya que ¿cuantas tarjetas SD o microSD tenéis por casa? en mi caso literalmente hace cosa de 4 o 5 años que no uso ninguna la verdad.
Bueno, llegados a este punto falta hablar de uno de los puntos mas importantes: el rendimiento, y es que no es nada fácil analizar esto cuando contamos numerosas variantes que influyen, ya sea el ordenador, el propio adaptador o el mismo pendrive. En este caso las pruebas las he realizado con un pendrive USB 3 recién sacado de la caja, el adaptador Satechi, y los 2 ordenadores que tengo, donde he realizado las mismas 2 pruebas: copiar un archivo de 2.95 Gb del ordenador al Pendrive y después del Pendrive al ordenador.
Los resultados me han parecido bastante decentes, y en ellos se puede apreciar donde esta el cuello de botella en cada caso, ya que no hay que olvidar que el Pro es bastante mas potente que el Macbook (y tiene un SSD mas rápido) y también que los Pendrives suelen tener una velocidad de lectura muy superior a la de escritura, y el que he usado no es una excepción.
Los resultados han sido los siguientes:
Macbook | MacBook Pro | |
Copiar 2,95Gb a Pendrive | 2:18 min | 2:14 min |
Copiar 2,95Gb desde Pendrive | 0:40 min | 0:21 min |
Como vemos en los resultados a la hora de copiar desde el Pendrive observamos que el cuello de botella esta en el ordenador, duplicando la rapidez en el caso del MacBook Pro. Por contra a la hora de copiar al Pendrive vemos que la limitación esta en el propio dispositivo externo y aquí el ordenador pasa a segundo plano ya que en ambos casos tarda prácticamente lo mismo y apenas hay 4 segundos de diferencia.
Conclusiones:
Sin duda un accesorio muy recomendable si queréis sobrevivir a 2017 únicamente con dispositivos con USB C (en 2018 seguramente empecemos a tener muchos mas dispositivos que usen el USB C de forma nativa), con un rendimiento muy decente, si bien solo recomiendo tenerlo conectado cuando vayamos a hacer uso del mismo ya que estéticamente sin llegar a quedar mal lo cierto es que no queda tampoco bien y ademas que se caliente es un tanto molesto.
En cuanto a su precio, son apenas 47€, muy por debajo de los precios de los adaptadores de Apple y la verdad es que se agradece que tengamos para elegir a juego con el color de nuestro ordenador.