Llevaba tiempo queriendo hincarle el diente al Windows 10 como se merece, y dado que con una maquina virtual la cosa puede ser un poco injusta, me hice hace un mes con una Surface Pro 3 para poder valorar todo en su justa medida.
Surface Pro 3:
Concretamente el modelo un i5 con 4 Gb de RAM y 128 de SSD. El tema RAM quizá un poco bajo para los tiempos que corren, pero suficiente para el uso que iba a tener la Surface, de hecho en todas las pruebas la maquina ha salido airosa en lo referente a velocidad de respuesta sin lags dignos de mención, demostrando que el hardware es sumamente solido y potente para un uso medio a pesar de no ser el modelo tope de gama.
Lo primero que llama la atención es el tamaño, 12”, que nada mas tenerla en la mano te das cuenta de que es genial para tomar notas como si se tratara de un folio (definitivamente es un cacharro ideal para tomar notas en reuniones ), el problema es que acostumbrado al iPad Air 2, en su uso como tablet parece enorme tanto en tamaño como en peso. Algo lógico dado que es un ordenador completo pero que cuesta acostumbrarse al principio, de hecho cuando mi mujer lo vio lo primero que dijo es “pero es muy grande,¿no?”.
Como he comentado es un ordenador completo, y eso se nota en muchas cosas, desde el mencionado peso, al tema de los ventiladores, y es que trás 5 años usando iPad al principio choca mucho escuchar un ventilador bajo tus manos. Por suerte la Surface esta muy bien pensada, y si bien es cierto que durante los procesos de actualización del sistema y alguna cosa de máximo rendimiento si saltan los ventiladores y se calienta bastante por cierto lado, en el uso diario no suele ser así y es silenciosa (eso si, calentarse se calienta).
Una cosa que tiene que esta genial a pesar de que en sus primeras versiones lo veía como un inconveniente, es la pata trasera, esta nos permite poner la Surface prácticamente en cualquier ángulo y es fantástico poder hacerlo. Da igual como queramos usar la Surface (tumbados, encima de la tripa, sobre las piernas, sobre una mesa…), siempre podremos sostenerla perfectamente en ese ángulo gracias a su pata trasera, algo que ni en en sueños he logrado hacer con el iPad y sus fundas en sus distintas versiones que he tenido. Quiero una pata de cabra en todas las tablet del mercado YA!.
La conectividad es que otra de las grandes ventajas que tiene una Surface, y es que tenemos una salida de video minidisplay port (aunque, ojo, tiene el conector un poco biselado así que aunque es tecnológicamente compatible con los conectores de Apple por ejemplo, lo cierto es que hay que cortar un poco el plástico del conector si queremos que entre bien, o eso, o comprar los oficiales de Microsoft) y sobre todo, un puerto USB que aunque la tendencia en mi caso es no usarlo ya que tengo todo en la nube, lo cierto es que para mucha gente hoy en día aun es algo imprescindible, por no hablar de que nunca viene mal tener uno a mano aunque solo sea para cargar el móvil en momentos de emergencia.
Eso si, su herencia de portátil le juega una mala pasada en lo referente al uso de la batería con la tablet en reposo, y es que sin usarla en absoluto, una Surface apenas aguanta mas de 2 o 3 días con batería, de forma que si la dejas sin usar unos días te la encontraras seca, algo frustrante cuando vienes de otros cacharros. Así mismo cuando apagas la pantalla en realidad en cierta forma suspendes la tablet de forma que no esperes recibir llamadas de Skype o notificaciones, al menos con Windows 10 ya que según me comentaron desde Microsoft, con Windows 8 si se podía por lo que es probable que en alguna actualización se recupere.
Windows 10
Quería usar la Surface como tablet así que no tenia ningún teclado y trate en todo momento de usar los dedos y el teclado virtual, empezando por supuesto por actualizar la Surface a Windows 10 ya que por defecto venia con Windows 8. Sobre esto tengo que decir que el proceso hasta tener Windows es lentísimo, hasta el tercer día no logre tenerlo funcionando, el motivo no es otro que no me saltaba la actualización y tuve que instalarlo manualmente. Para colmo por algún extraño motivo después de actualizar, Office había desaparecido y a pesar de tener Skype instalado, en el menú inicio me aparecía un acceso para instalar skype, software que por cierto se ve fatal en la pantalla de la surface, como si Skype estuviera a una resolución inferior al resto del sistema. Esta claro que Skype lo tienen un poco de lado hasta que no saquen la versión universal, pero es un poco triste la verdad.
La verdad es que Windows 10 despierta en mi sensaciones encontradas, por un lado el modo escritorio ha mejorado mucho en muchos aspectos, estando mucho mas optimizado todo de lo que estaba Windows 8 en este aspecto, el problema es que Windows 10 se supone que es un SO para cubrir toda clase de dispositivos y esto no es tan fácil de hacer y la mejor prueba es que ni tan siquiera las cosas mas básicas acaban de encajar bien. Por ejemplo. el uso del teclado virtual en modo escritorio es un coñazo (si no tenemos un teclado físico claro), y es que no se despliega solo si pulsamos en un campo de texto (tampoco lo hacia en windows 8) y toca ir a la barra inferior y forzar que aparezca; pero es que si ponemos el modo tablet la cosa es aun peor, y es que con Aplicaciones Win32 (las de Windows de toda la vida) a veces es literalmente imposible que se despliega el teclado y toca ir al modo escritorio, desplegarlo, escribir, y luego si se quiere volver al modo tablet.
Y hablando del modo tablet, en este modo las apps win32 ocupan toda la venta (bien pensado), pero aunque apetece el icono para que ocupen solo un trozo (el restaurar de toda la vida), por mucho que pulsamos no hace nada. Lo normal seria que ese icono no apareciera en modo tablet si la idea de Microsoft es que sea a pantalla completa pero la realidad es que sigue apareciendo aunque no sirva para nada.
En dicho modo hay también cambios importantes que cuando vienes de Windows 8 chocan un poco y desesperan, y hablo de una de las mejores cosas que tenia Windows 8 y ahora tiene Windows 10, la multiventana, y es que ahora en vez de deslizar de izquierda a derecha para colocar una ventana, hay que hacerlo de arriba a abajo, un poco raro aunque una vez que te acostumbras es tan efectivo como lo era antaño, y si a eso le sumamos que Windows 10 es mas versátil en este aspecto de colocar ventajas la cosa mejora por momentos ya que ademas ahora tenemos mucho mejor control de lo que tenemos en cada lado de la pantalla.
Tanto en el modo tablet como en el modo escritorio tenemos una nueva funcionalidad que es una barra lateral de notificaciones donde antes teníamos los “encantos”. la barra de notificaciones mola, pero es un poco frustrante desplegarla y plegarla on un dedo ya que no acompaña al dedo, usa el gesto en si mismo como un disparador que la muestra únicamente, y para quitarla hay que o bien pulsar fuera o hacer de nuevo el gesto, pero no se puede simplemente arrastrar hacia fuera.
Sin duda una de las novedades mas llamativas de Windows 10 es el retorno del botón de inicio, aunque en eso tengo sensaciones encontradas y es que ya me había acostumbrado a ver todo en Windows 8 por lo que en cierta forma es volver al pasado con algo que se parece a lo que había en Windows 7 pero que es muy distinto también así que andas un poco descolorado, a lo que tampoco ayuda que el botón de apagar esta en un sitio un poco raro, encima de “todas las apps” lo que causa que se pulse muchas veces por error.
Y no puedo dejar de hablar de Cortana, el asistente virtual de Microsoft que ha llegado a Windows 10 para quedarse a pesar de que aun esta un poco verde y que pese a que no tengo ningún problema a hablar a mi reloj, ni demasiados en hacerlo a mi teléfono, al ordenador me sigue resultando extraño, aunque es cuestión de acostumbrarse.
Por ultimo quiero hablar de las Aplicaciones Universales, el concepto de Microsoft para que se desarrolle una única App y sirva para el ordenador, la tablet y el móvil, y como se pongan tontos la Xbox One. La idea me parece perfecta aunque mal implementada (de eso hablare en las conclusiones), el problema es que al menos con las nativas han hecho una especie de acuerdo de mínimos comunes, de forma que si la Aplicación Win32 tenia 10 cosas, la de Modern UI tenia 8, y coincidían solo 6, la universal se queda con las 6 por ahora. Esta claro que es el primer paso antes de añadir funcionalidades extras, pero resulta muy frustrante hasta que las recuperamos (los usuarios de Mac sufrimos algo similar hace no mucho cuando renovaron iWork y lo hicieron compatible con iCloud) y en algunas aplicaciones resulta flagrante (¿quieres seleccionar 10 correos y borrarlos? suerte) .
Conclusiones:
Es un poco doloroso tener que escribir esto ya que creo firmemente que el hardware es una pasada, pero lo cierto es que el software no acaba de estar a la altura, y no es que este totalmente en contra, de hecho mis primeras impresiones con Windows 8 fueron malísimas pero al final con 8.1 me he acostumbrado y me siento bastante cómodo con ello a pesar de que no sea lo que yo creo que debería ser. Windows 10 es un gran avance mirando en la dirección correcta pero sigue sin ser esa solución perfecta para lo que pretende Microsoft en su concepto de un único dispositivo para todo. Dejando de lado que esta un poco verde (como Cortana) y que nos encontramos casos de funcionamiento un poco errático (La app de noticias hace cosas raras y a veces muestra la noticia en la ventana y otras veces te abre un explorador de internet al lado), tenemos un sistema operativo que no acaba de parecer unificado y eso es un poco frustrante para usuarios como yo que buscan una interface coherente y estandarizada en todo momento, de forma que si estamos en modo tablet las apps se manejen con los dedos de forma optima, y si estamos en modo escritorio sea el teclado y ratón el que manda.
La ultima frase es mi eterna queja, y es que en Windows 8 y Windows 10 nos encontramos Apps con menús, apps sin menos, apps con botones grandes, apps sin botones grandes…. y es un poco locura. El modo tablet no debería ser “ te muestro todo a pantalla completa y los menús te los separo un poco para que puedas darle mejor con el dedo”, en el modo tablet directamente no deberían existir los menús, y al revés, ¿que es eso de una aplicación en modo escritorio sin un menú? no hay coherencia de diseño y eso frustra. A esto me refería antes con la problemática de las aplicaciones universales.
La realidad es que aunque la Surface me encanta y es perfecta para alguien que quiera tener un único dispositivo para todo, definitivamente no es mi caso y me di cuenta que a los pocos días volvía a usar mi iPad cuando estaba en el sofá o la cama ya que su menor tamaño y peso lo hacían mas cómodo, y el portátil cuando necesitaba un teclado, por lo que la pobre Surface quedo dejada de lado mucho antes de lo que me hubiera gustado. Un hardware increíble con un software mejorable pero en el buen camino, pero un dispositivo para un publico en concreto entre el que lamentablemente no me encuentro pese a que intente con todas mis fuerzas que así fuera, mas que nada porque quería volver en cierta forma al ecosistema de Microsoft aunque solo fuera para tener una excusa para tener una Xbox One en el salón, un cacharro que me llama mucho a pesar de que no soy jugon, pero que lamentablemente se que no le sacaría el suficiente partido como para justificar la inversión, algo que volviendo al ecosistema de Microsoft si podría haber hecho.
Ahora solo falta ver si la Surface Pro 4 que teóricamente presentaran en unos días, y sobre todo las actualizaciones que vayan lanzando a Windows 10, logran solventar las carencias de la Pro 3 con Windows 10.